A la hora de llevar a cabo un comentario de estas características que permite demostrar, personalmente, la vigencia o no en la actualidad de una teoría como la “Espiral del silencio”, considero que es prioritario exponer a grandes rasgos que es lo que esta teoría, relacionada con las ciencias políticas y la comunicación, propone.
La politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann tras elaboradas investigaciones llegó a la conclusión de que un individuo con una opinión minoritaria dentro de un grupo, no se siente parte de la mayoría, sino que se encuentra aislado o en represión y que por estos motivos, probablemente no dé a conocer su punto de vista. En este ámbito, los medios de comunicación también ocupan un papel fundamental ya que influyen mucho en la determinación de cuál es la opinión predominante.
Partiendo de esta base, mi valoración es clara acerca de si sigue vigente en la actualidad. La espiral del silencio determina muchos de los comportamientos de las personas, por tanto apuesto porque sí que seguiría en uso. Al tratarse de un proceso dinámico donde las predicciones sobre la opinión pública se convierten en un hecho mientras que gracias a los medios se deja patente la opinión pública, poco a poco la minoría se vuelve menos propensa a manifestar su opinión. Y de esto tenemos ejemplos continuamente incluso en el ámbito cotidiano. Pueden darse casos dentro de un grupo de amigos, en el entorno laboral o a niveles de debate superiores. También me gustaría hacer mención a que una de las excepciones con las que cuenta la teoría y que también comulga con la actualidad, es que la gente más educada, las personas con un carácter más altivo, los que no temen al aislamiento o los que tienen una mayor influencia en la sociedad, son menos propensos a sentirse afectados por la espiral del silencio. No temen dar a conocer sus valoraciones u opiniones ya que la opinión pública no les merece el mismo respeto que a los demás.
Lara María Franco Andrés
